Seguramente habrás observado en más de una ocasión cómo las polillas revolotean alrededor de una fuente de luz (bombillas, faros de coches, hogueras...). Este comportamiento se debe a lo que los etólogos llaman taxias. En concreto, la fototaxia es la respuesta que un animal produce cuando es estimulado por la luz. Ésta puede ser positiva, si la respuesta consiste en acercarse a la luz, o negativa si lo que hace es alejarse.
Las polillas tienen fototaxia positiva.
Además, se cree que las polillas se guían y orientan por la luz lunar; cualquier foco de luz puede ser confundido por ellas, pensando que es la Luna, por lo que se desorientan y revolotean alrededor suya.
Esto lo aprovechan sus depredadores, como la salamanquesa. Se aproximan sigilosamente a la fuente de luz y esperan a que sus víctimas pasen cerca para cazarlas.
Por: Raúl Ponce Cardoso
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