viernes, 23 de enero de 2015

Serpientes: intimidación antes que veneno

Los ofidios son reptiles diápsidos pertenecientes al orden Squamata (escamosos), a diferencia de otros reptiles las serpientes poseen un cuerpo alargado sin patas. Pero no son esas sus características más llamativas, sino las maneras de defenderse y alimentarse. Sin lugar a duda la manera más significativa es el uso de veneno, muchas serpientes utilizan diferentes tipos de venenos, neurotóxicos que afectan al sistema nervioso, alterando la transmisión de los impulsos nerviosos, destructores de tejidos que destruyen el tejido conjuntivo que mantiene unidos los tejidos etc.

Cobra en posición defensa ante una mangosta.
No todas las serpientes poseen veneno, algunas para defenderse o alimentarse utilizan los músculos de su cuerpo para desempeñar estas acciones, por método de estrangulamiento denominado constricción.

Aunque la inyección de veneno es una manera efectiva para defenderse de los ofidios, la mayoría antes de usar su veneno utilizan varios mecanismos de intimidación. Estos mecanismos varían según la familia a la que pertenezca, por ejemplo las cobras (Elapidae) levantan su cuerpo y extienden las costillas de la parte trasera de su cabeza que les hace parecer más grandes y peligrosas, intimidando a su depredador sin utilizar su veneno.

Cascabel de una Crotalus sp.
 Otras como las víboras (Viperidae) utilizan sonidos para intimidar a otros animales, a esta acción se le denomina bufar, donde el animal resopla manifestando enfado o ira, hay algunas como la serpiente de cascabel (Crotalus) que además de bufar hacen otro sonido con un cascabel en la punta de la cola, este cascabel son restos de la piel en el proceso de muda, con el que avisa de su peligrosidad sobre todo a grandes mamíferos.

Estas son algunas de las intimidaciones de las serpientes venenosas, pero otras que no poseen veneno también utilizan mecanismos de intimidación mediante la presencia de colores y dibujos en la piel, llamativos que tienen como función servir de señales de advertencia a otros animales para evitar un enfrentamiento. Estos colores y patrones no son aleatorios sino que son parecidos a otras serpientes que si son venenosas, como en el caso de la falsa coral, que presentan colores y dibujos en la piel  similares a la serpiente de coral, un ofidio que si es venenoso. Confundiendo al depredador y haciéndole creer que es una serpiente venenosa. 


A la izquierda una coral y a la derecha una falsa coral

Por: Francisco Pérez Rodríguez

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