domingo, 8 de diciembre de 2013

Perdiz nival: el ave de las nieves

La perdiz nival es una especie de ave galliforme (aves terrestres, de picos y patas fuertes). En el caso de España, encontramos en los Pirineos la variedad Lagopus mutus pyrenaicus , de la que vamos a hablar en esta ocasión, su plumaje estival es ligeramente más barreado que en la subespecie típica Lagopus muta mutus.

A la izquierda, el plumaje de invierno de la perdiz nival. A la derecha,  el plumaje de primavera de la perdiz nival.

Las perdices nivales cambian de color durante el año. En invierno son completamente blancas, tienen el color de la nieve y por eso es difícil verlas. En primavera se despojan de sus plumas blancas y cambian por plumas marrones mayormente. y esto hace que sea difícil verlas en el suelo.


Detalle de las plumas de las patas de la perdiz nival.
Viven principalmente en la tundra. Sus cuerpos son redondos y su cola es corta. Tienen alas cortas y redondeadas. Pueden volar, pero pasan la mayor parte del tiempo caminando en el suelo. Tienen plumas en las patas, que les ayudan a caminar sobre la nieve, protegiéndolas de las bajas temperaturas.


Se distribuyen por los Pirineos, desde el macizo de Larra, en Navarra, hasta el alto Ripollés, en Gerona, en altitudes superiores a los 2.000 metros.



La perdiz nival realiza su nido en excavaciones someras, escasamente tapizadas de hierba, plantas y algunas plumas. La ocupación de territorios por los machos se produce durante el mes de marzo y el período de canto se extiende desde abril hasta junio con un máximo de actividad en abril. Con ello podemos decir que mayoritariamente crían de mediados a finales de mayo. Sus huevos son subelípticos, lisos y brillantes, de color blancuzco a amarillo cremoso pálido con manchas. Los polluelos son nidífugos (abandonan el nido poco después de nacer) y con plumón. Las plumas de las alas crecen muy pronto y pueden volar débilmente a los diez días.


Por la mañana, salen en busca de alimento y por la noches duermen acurrucados bajo un saliente rocoso. Su alimentación básicamente se soporta gracias a ejemplares de la familia ericáceas ( que conforma el 80% del régimen alimenticio en invierno) localizados en las landas, que son formaciones vegetales que crecen en laderas sin arbolado de orientación norte, noroeste o este, mezclados con prados.


A la izquierda, un nido de perdiz nival.A la derecha, una cría de la perdiz nival.
En invierno, excavan madrigueras aprovechando el amparo que le ofrece la misma nieve. El vuelo de estas perdices es rápido y muy diferente al de otras perdices. No obstante, se trata de un vuelo de distancias cortas. La perdiz nival nunca se lanza hacia los valles y , en caso de peligro, prefiere adentrarse en los terrenos quebrados e inaccesibles.



Por: Francisco Pérez Rodríguez

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