viernes, 29 de junio de 2012

Más duro que el diamante.

Es difícil saber con certeza cómo la caprichosa naturaleza creó semejantes bestias hace millones de años. Un ejemplo de clara evolución para la supervivencia fue el Pachycephalosaurus.

Este curioso y singular animal existió hace unos 70 millones de años, en el período Cretácico tardío, más concretamente en América del Norte. El Pachycephalosaurus pudo medir hasta 4.6 metros de longitud y pesar hasta unos 430 kg. Andaban sobre las dos patas y su alimentación se basaba en helechos, insectos y semillas.
Fósiles de Pachycephalosaurus
Este animal destacaba por la enorme bóveda de su cabeza, que tenía un grosor de hasta 25 cm.


Este dinosaurio ha dado bastante que hablar debido a esa bóveda que tiene en la cabeza, uno de los debates que aun se están cuestionando los especialistas es su uso. Está claro que servía para defenderse del peligro, pero… ¿servía para algo más?

La respuesta es sí, los paleontólogos han descubierto que quizás tuviera un papel crucial en la época de apareamiento. En los machos les sirvió para luchar entre ellos por el derecho a aparearse con las hembras, hasta ahora se han encontrado pocos cráneos de Pachycephalosaurus, sin embargo no hay indicios de fractura craneales y esto demuestra dos teorías: O los Pachycephalosaurus tenían el cráneo y las cervicales tan duras y resistentes como el diamante, o no chocaban directamente cabeza contra cabeza (como los machos cabríos de la actualidad) sino que se atacarían por los flancos, más vulnerables, con el fin de pelear a muerte contra el adversario.
Cráneo fósil de Pachycephalosaurus
También se cree que los Pachycephalosaurus machos poseían colores vivos en el casco para atraer a las hembras.
Poco se ha investigado sobre el Pachycephalosaurus y aún tiene muchos misterios que desvelarnos. Solo es cuestión de tiempo que se encuentre otro fósil de este extraño dinosaurio…


Por: Alejandro Quevedo Belizón

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