jueves, 3 de mayo de 2012

La fascinante inteligencia de las plantas

–Las plantas se comunican con los insectos:

Algunas plantas han evolucionado una estrategia de sobrevivencia equivalente a enviar una señal de pánico. Lo que hacen es expulsar químicos al aire, comunicándose así con los insectos.

–Las plantas tienen memoria:

Las plantas son capaces de almacenar información, y remitirse a ella. En pocas palabras, que poseen memoria activa. Y esta memoria les permite orientar su desarrollo evolutivo.

–Las plantas crean redes de comunicación.

Las fresas, los tréboles y otras plantas crecen enviando mensajeros, estos crean redes de comunicación entre plantas conectadas. Cuando una planta es atacada por un insecto, envía señales a las otras plantas advirtiendo a los miembros de la red para que puedan generar defensas contra los invasores (desde toxinas a químicos que les producen un mal sabor a los herbívoros)

– Las plantas crecen de manera diversa en respuesta al sonido.

No sólo hablarles o ponerles música a las plantas afecta su crecimiento, ellas mismas producen sonidos (La bióloga Monica Gagliano descubrió que el maíz puede emitir y responder al sonido, notó que las raíces de las plantas de maíz hacen una serie de clicks sonoros, esta bióloga cultivó maíz suspendido en el agua y generó artificialmente sonido continuos, as plantas respondieron inclinándose a la fuente de sonido) Aún así no se sabe por qué han desarrolado esta capacidad.

–Las plantas miden el tiempo.

Las plantas no florecen sin ton ni son: registran el paso del tiempo. (Ha sido identificada una serie de proteínas que responden a la cantidad de luz a las que son expuestas. Cuando reciben suficiente luz en un ciclo de 24 horas, estas proteínas emiten una señal que activa el ciclo de florecimiento)

–Las plantas saben distinguir arriba de abajo

Por lo que es muy probable que perciban la gravedad.

–Las plantas saben quién es familia y quién no

Las plantas dedican menos energía a crecer cuando esta rodeada de sus familiares, con las cuales comparten nutrientes en cambio, en la presencia de otras plantas no relacionadas genéticamente, aceleran su crecimiento.


Por: María Escribano

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